Esto más que crítica es una reflexión, y me refiero a Lince porque ahí es en donde he empezado a frecuentar kines venezolanas hace unos meses. Bueno la primera vez fue por curiosidad, vi un grupo de venezolanas paradas al costado de una panadería, y le pregunté a una morocha. La morocha se movía como licuadora, me hizo un baile de twerk con penetración y sin música, de ahí me enganché a las venezolanas (de la morocha no guardo su número). Luego estuve con otras dos venezolanas, pero para mi sorpresa, su atención era casi igual a la de las callejeras que te encuentras en el Centro de Lima, del tipo "yo no hago esto", "echate para hacerte sexo oral", relojeras, "ya?", y el tiempo de duración menos de lo que uno paga, porque a los 10 minutos ya te están diciendo que terminó tu tiempo. Y eso, ese servicio, por 150 soles la media hora?, es una estafa total, tengan un cuerpazo o no. Con las que si tuve suerte fue solo con dos, pero estas dos, después de un primer servicio bueno, o muy bueno, fueron bajando de nivel y tratando de estafar y relojear igual que las otras. En resumen, 150 soles por media hora, y 200 soles, como tratan de mantener en Lince, apoyados también por foros, es una estafa total. Pienso que no se debería pagar esta cantidad, más aún cuando el trato es deficiente, son inmigrantes (están en falta, no es mi problema, ya cayeron en eso) y no cumplen para nada con el tiempo que se paga. Ahora no se como será en otros distritos, quisiera saber sus experiencias y si están de acuerdo.